Atropello a la autonomía nacional: Donald Trump asfixia al país con ultimátum a Chevron

Donald Trump lanzó un nuevo golpe contra la autonomía de Venezuela al dar solo 30 días a Chevron para abandonar sus operaciones en el país, un plazo arbitrario que pisotea los seis meses establecidos previamente.
La medida, anunciada el 26 de febrero y ejecutada este martes por el Departamento del Tesoro mediante la Licencia 41A, reemplaza la anterior autorización y prohíbe a la petrolera estadounidense exportar crudo venezolano, limitando aún más los ingresos de una nación que resiste bajo sanciones.
Este acto imperialista no solo busca ahogar la economía venezolana, sino que coarta su derecho a manejar sus recursos soberanos.
El Gobierno venezolano, frente a esta agresión, activó el Plan Independencia Productiva Absoluta para contrarrestar el bloqueo. La Licencia 41A, vigente hasta el 3 de abril, impide pagos a PDVSA, veta ventas de petróleo fuera de EE.UU. y prohíbe transacciones con entidades rusas o sancionadas, dejando a Venezuela en una posición vulnerable.
Trump justificó su decisión en Truth Social, acusando a Nicolás Maduro de incumplir condiciones electorales y retrasar la recepción de migrantes deportados, un pretexto que ignora la complejidad de la situación venezolana y prioriza su agenda política sobre la justicia.
Analistas como Vicente Albornoz sugieren que este ultimátum podría ser una táctica de presión para forzar una negociación, talvez sobre migración o precios del crudo.
Sin embargo, el tono agresivo de Trump —calificando de “corrupto” el acuerdo previo de Biden— revela menos interés en dialogar y más en doblegar a Venezuela. La oposición radical celebra la pérdida de 400 millones de dólares mensuales, pero esto solo agrava las dificultades del pueblo venezolano.
Mientras el presidente Maduro mantiene su postura firme, sin ceder a chantajes, Trump juega con el destino de una nación, dejando en duda si 30 días bastarán para un acuerdo que respete la dignidad venezolana.