Opinión
Panorama político

Vuelve el ultraderechista Donald Trump al poder y hay que enfrentarlo en las calles

¿Cuales son las consecuencias del regreso del ultraderechista Donald Trump a la presidencia?

Por Miguel Angel Hernández, dirigente del PSL, sección venezolana de la UIT-CI, para NOVA


En medio de una ola de frío ártico, cruda manifestación del cambio climático
que niega el ultraderechista Donald Trump, éste asumió como cuadragésimo
séptimo presidente de Estados Unidos, el pasado 20 de enero.

Lugar privilegiado en la ceremonia tuvieron Elon Musk el CEO de Tesla y
SpaceX, Jeff Bezos, fundador de Amazon y propietario de The Washington Post,
Mark Zuckerberg, el CEO de Meta y cofundador de Facebook, Sundar Pichai,
CEO de Alphabet, empresa matriz de Google y Tim Cook, CEO de Apple.

Reflejando que el de Trump será un gobierno de los CEO de las grandes
transnacionales. Así como gobernantes y líderes ultraderechistas de otros
países como Javier Milei, Nayib Bukele, Giorgia Meloni y Santiago Abascal de
Vox en el Estado español.

Su discurso de media hora se caracterizó por la arrogancia, la prepotencia y el
ultranacionalismo. «Estados Unidos recuperará el lugar que le corresponde
como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra,
inspirando temor y admiración en todo el mundo». Refiriéndose al canal de Panamá, afirmó amenazante: “y lo vamos a recuperar”.

Tildó de criminales a los inmigrantes: “muchos de ellos provenientes de
prisiones e instituciones psiquiátricas que han ingresado ilegalmente a nuestro
país desde todas partes del mundo”. Amenazó con una guerra comercial:
“aplicaremos aranceles y gravámenes a países extranjeros para enriquecer a
nuestros ciudadanos”, y ratificó su carácter misógino y antiderechos al afirmar
que “será política oficial del gobierno de Estados Unidos que sólo haya dos
géneros, masculino y femenino”. El acto además se cerró con el discurso de un
rabino sionista.

En su primer día como presidente de la principal potencia imperialista del
mundo, Trump firmó una batería de decretos, que ya prefiguran el carácter
profundamente antipopular de su gobierno, y que marcan una ofensiva de
ataques contra los derechos del pueblo norteamericano y los pueblos del
mundo.

Algunas de esas medidas son eliminar directrices previas que apuntaban a
reducir el precio de medicinas; congelar contrataciones de empleados públicos
y enviar a sus casas, con el objetivo de despedirlos posteriormente, a
empleados federales que ingresaron al gobierno en el marco de un programa
por la diversidad, la equidad y la inclusión; la ciudadanía por nacimiento;
medidas que favorecían la protección del medio ambiente, lo que Trump
denomina “el ambientalismo radical”; decretos para eliminar los programas en
favor de la diversidad sexual.

Anunció también la retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de París, por segunda ocasión, también de la Organización Mundial de la Salud. Declaró la «emergencia energética nacional», para ampliar significativamente y sin controles ambientales, la extracción de petróleo y gas. Igualmente indultó a los 1500 ultraderechistas que tomaron violentamente el capitolio estadounidense en el 2021, entre muchas otras medidas.

El regreso del ultraderechista Donald Trump a la presidencia es la manifestación en Estados Unidos de la crisis y decadencia social, económica y política que atraviesa desde hace años el sistema capitalista-imperialista.

Su nuevo gobierno no traerá ningún tipo de mejora para el pueblo trabajador,
para las mujeres, la juventud estadounidense ni para los inmigrantes. Nada se
puede esperar en beneficio de los pueblos del mundo, para los palestinos, para
el pueblo ucraniano y demás pueblos explotados y oprimidos del mundo.

Será un gobierno que se apoyará en las grandes transnacionales, como ya se
evidenció en el acto de juramentación, con la presencia de los CEO de varias
empresas tecnológicas. Trump continuará la explotación del pueblo trabajador
norteamericano y la expoliación de los pueblos del mundo. Estados Unidos
seguirá siendo el gendarme del mundo, expresado en el eufemismo de “la paz
a través de la fuerza”, que refleja su peligroso carácter fascistoide y agresivo,
que no podemos minimizar y al cual debemos enfrentar, y que además puede
envalentonar a otros lideres y gobernantes de la extrema derecha en el
mundo.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta
Internacional (UIT-CI), seguiremos llamando a la clase trabajadora, a la
juventud, a las mujeres, a las disidencias y a los sectores populares de los
Estados Unidos a movilizarse por sus reivindicaciones. En ese sentido es
importante destacar las grandes marchas y concentraciones que se realizaron
en todo Estados Unidos, el día antes de la toma de posesión de Trump.

Miles marcharon en New York, Washington y otras 350 ciudades reiterando sus
demandas por los derechos y libertades de las mujeres, en defensa de los
inmigrantes, por la diversidad sexual, en apoyo al pueblo palestino, entre otros
reclamos. Se manifestó así la disposición del pueblo estadounidense de
enfrentar en las calles al ultraderechista Donald Trump. Como dijo uno de los
manifestantes en la capital norteamericana: “No nos vamos a quedar quietos
mientras los multimillonarios se enriquecen aún más y otros padecen hambre
en las calles”.

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